Venden de segunda mano, por la crisis


Proliferan en Nuevo Laredo y otras ciudades fronterizas ventas de artículos desechados en EU

Los habitantes fronterizos encontraron una manera para enfrentar la crisis económica que los aqueja: vender afuera de sus casas artículos de segunda mano.

Y es que para muchos vender cosas que no usan y comprar artículos desechados en Estados Unidos es una oportunidad de negocio.

En Matamoros, la mayoría de los artículos se ofrecen principalmente en domicilios privados y son de quienes los venden, aunque también otros fueron adquiridos en pulgas y ventas de garaje en Texas.

Aunque el precio depende del uso y las condiciones en las que se encuentra cada producto, los objetos usados están teniendo gran demanda en los últimos meses.

Hace un mes, Juana Bermúdez perdió su empleo en una empresa maquiladora en la que laboró más de siete años y decidió buscar un modo temporal de subsistir.

Fue así que en su domicilio de la colonia Expofiesta Oriente, empezó a vender ropa, zapatos y juguetes que la familia ya no usaba.

“Es por la crisis que empezamos a vender algunas cosas que teníamos y otras que hemos estado comprando para venderlas y ganarles algo.

“La gente ahorita está buscando como ahorrar, busca cosas baratas y que mejor que lo usado”, mencionó.

En ese sector del sur de la ciudad, operan por lo menos 20 negocios en domicilios particulares dedicados a la venta de artículos usados que nacieron después de la crisis de finales de octubre.

Reforma publicó el jueves que en pleno “sexenio del empleo”, el número de mexicanos desempleados llegó a un nivel récord en el 2008 y, de acuerdo con especialistas, la situación podría empeorar durante el 2009.

Cifras del IMSS, los últimos meses del año pasado fueron los más críticos del 2008, pues sólo en noviembre y diciembre se perdieron 386 mil puestos de trabajo en el sector formal de la economía.

El sector de las manufacturas fue el más afectado, pues en esos dos meses perdió 193 mil plazas.

Abraham Rodríguez Padrón, director de la Cámara Nacional de Comercio en Matamoros, dijo que se ha observado un incremento muy preocupante de este tipo de comercios, así como de tianguis en sectores populares de la ciudad.

“La mayoría de las personas que liquidan las empresas no consiguen trabajo fácilmente por eso optan por entrar al comercio informal”, refirió.
Marcela Ramos invirtió 2 mil de los casi 27 mil pesos que le dieron de liquidación en la empresa que trabajaba para poner una venta de garaje en su casa de la colonia Jesús Vega con artículos adquiridos de oportunidad en otras ventas de garaje en Brownsville.

La mujer de 47 años, ahora percibe un ingreso que oscila entre los 500 a 600 pesos a la semana, que tiene que administrar muy bien para mantener a sus dos hijos.

Even Garza Longoria, director de Inspección y Vigilancia del ayuntamiento de Reynosa, comentó que también la mala situación económica ha provocado que mucha gente se vaya a las calles como vendedores ambulantes.

Actualmente hay alrededor de 20 centros de tianguistas, aunque oficialmente sólo hay dos mercados municipales de tianguistas, los demás surgieron recientemente.

“El comercio informal en Reynosa se divide en dos sectores, los que tienen puesto fijo y trabaja casi los siete días de la semana, y otro sector es el no recurrente (venta de garage)”, declaró.

“El jefe de familia o familias completas hacen ventas una o dos veces al mes de algo que les sobra en su casa para completar el gasto”, afirmó.

En Nuevo Laredo en un recorrido realizado en la ciudad, se contabilizó que en dos de cuatro calles había venta en las casas, principalmente de ropa y calzado.

Juan Manuel Cabello no tiene visa para cruzar a Laredo, Texas, pero eso no le impide instalar una venta de garage todos los días, con mercancía que consigue en otros “garage sale”, y de esa manera puede subsistir ya que actualmente no tiene empleo.

“No saco mucho, pero ahí la voy pasando porque no tengo otra opción”, expresó.

En Tijuana, los “vendedores sobre ruedas” han salido afectados doblemente, pues además de la crisis les afecta la paridad del peso, pues compran sus artículos en dólares para venderlos en pesos.

“No podemos aumentar de un día para otro los artículos a pesar de que nos pega directo el valor del dólar. Nos afectaría con nuestra clientela”, dijo Nancy Carbajal, quien lleva de comerciante alrededor de 10 años.

De los 12 mil 305 vendedores ambulantes registrado en el padrón municipal de Mercados Sobre Ruedas, alrededor de siete mil son comerciantes de artículos de segunda o de manufactura norteamericana que se regresan a tiendas en buen estado por equivocación del consumidor.

Esos artículos no son vendidos en las cadenas de tiendas y tienen que ser distribuidos sin garantías y sin compromiso a revendedores, muchos de ellos mexicanos que establecen sus puestos en distintas calles de Tijuana.

Otro comerciante de artículos usados dijo que ahora se enfrentan a un problema de varias puntas: dólar caro, pocos productos y la gente que no gasta mucho.

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