PIENSALO MUY BIEN

El día en que Silvia se tatuó en el vientre el nombre de su amado Jorge, jamás pensó que esa relación terminaría en pocos meses. Luego de las lágrimas, todos sus esfuerzos por dejar atrás el pasado estaban resultando, excepto por un detalle: en su abdomen permanecía intacto e imborrable el nombre del ser que necesitaba olvidar.

Así como Silvia, muchas personas que se hacen tatuajes, especialmente cuando son muy jóvenes, tienden a arrepentirse de éstos y buscan la forma de borrárselos de la forma que sea.


Algunas técnicas como intervenciones quirúrgicas para colocar injertos de piel, o abrasión salina para lijar la piel, han sido aplicadas años atrás, pero tienen el inconveniente de dejar cicatrices.

Actualmente existen dos procedimientos que, llevados a cabo por las personas adecuadas, dan resultados bastantes satisfactorios. Aquí te mostramos cuáles son:

Láser

Qué es: La dermatóloga Mayte Evora, que utiliza casi a diario la técnica del láser para borrar tatuajes en su consultorio de Miami, explica que "con este procedimiento se fragmentan las partículas pigmentadas de la piel, haciendo que se dividan en unidades más pequeñas que el cuerpo puede eliminar con mayor facilidad".
Dolor: Al aplicar el láser se sienten molestias, similares a cuando te clavan agujas, por lo que los médicos siempre colocan una crema analgésica una hora antes de suministrar el láser.
Costo: Varía dependiendo del tamaño, color y complejidad del tatuaje. En Estados Unidos los precios comienzan alrededor de 150 dólares por pulgadas cuadradas, por sesión.
Resultados: Una vez finalizado el procedimiento, el tatuaje puede llegar a borrarse por completo, aunque no ocurre en todos los casos. La mayoría se aclara bastante pero no desaparece del todo.