BUENO PARA LA SALUD


Muchas mujeres sufren en silencio alteraciones del deseo sexual. Disfunción sexual no sólo es cosa de hombres. Es una alteración que afecta a millones de mujeres en todo el mundo, y la mayoría quizás por un tema cultural o educacional lo asumen y no dicen nada. Están años y años sin tener una relación sexual. Las personas que mantienen una actividad sexual sana y frecuente tienen una probabilidad de un 50% de no padecer en los siguientes próximos años cuadros depresivos. Disminuye hasta en un 70% los cuadros de ansiedad.

La Doctora Puigvert comenta que en el fondo se alegra de que una mujer no haya tenido un orgasmo en su vida, ya que es cuando empiezan a consultar. El problema o drama hasta ahora es que parecía que las mujeres no tenían derecho a recuperar o tener una sexualidad sana o completa, es decir, nadie consultaba. Una frase típica que muchas mujeres han tenido que oír y que suelen oír es aquella de “ya se le ha pasado el arroz” o “esto es debido a la menopausia” y eso es rotundamente falso. El hecho de que empiecen las mujeres a consultar por trastornos de su esfera sexual es tremendamente satisfactorio, quiere decir que algo se esta moviendo y esta cambiando.

La mujer tiene una capacidad de control sobre su sexualidad mucho más importante que el hombre, por lo tanto los periodos de abstinencia pueden ser mayores, eso no quiere decir que puedan prescindir de la sexualidad. La sexualidad de una mujer es mucho más completa, y a la vez más rica cuando la cosa va bien, y esto hace que sea difícil de entender.

La testosterona es la hormona sexual y los hombres tienen concentraciones de testosterona altísimas, por tanto el instinto sexual esta mucho más desarrollado que el de una mujer, y esto entre otras cosas explicaría el porque la mujer puede controlar mucho más su sexualidad. La clave esta en la testosterona, como mínimo es la más estudiada. En la sexualidad de la mujer hay un componente emotivo, psicológico, afectivo mucho más importante que en el hombre, que es más mecánica y “más primitiva”.

La mujer es más sincera a la hora de hablar de problemas sexuales delante del médico, aunque consulta mucho menos. Cuando una mujer acude a la consulta quiere llegar al final y además esta dispuesta a solucionar francamente el problema. A los hombres les cuesta hablar más de sus problemas de sexualidad. En círculos de mujeres se habla mucho de sexualidad, lo que pasa es que hasta no hace mucho no tenían el interlocutor válido, el profesional que les escuchará. La Doctora Puigvert comenta como hasta hace tan solo cuatro años, en alguna revista científica aún trataban la disfunción sexual femenina como un mito, con lo que eso representa para una mujer que nunca a tenido un orgasmo, que tiene un deseo sexual inhibido, que tuviese que leer en una revista tal afirmación, es muy doloroso.

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