LE GUSTABA PRENDER A SU MUJER


Un portugués vecino de Vigo acusado de intentar matar a su esposa prendiéndole fuego y asesinar a su suegra, que murió asfixiada en el incendio de la vivienda familiar en la ciudad olívica, reconoció que fue él quien provocó el fuego pero aseguró que fue un accidente.

Inicialmente Fiscalía pide para el procesado penas que suman 65 años de cárcel por un delito de incendio, otro delito de asesinato, dos de tentativa de asesinato, un delito de violencia en el ámbito familiar y otro delito de quebrantamiento de condena. El juicio, que se desarrolla en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, continuará mañana con el testimonio de los peritos.

El acusado, M.F.A.A., de 43 años de edad, admitió hoy ante el tribunal que incumpliendo una orden de alejamiento por anteriores condenas de maltrato familiar, el 4 de febrero de 2006 acudió a la casa en la que vivían en Vigo su esposa con la madre de ésta y los hijos del matrimonio.

'Por estar con mi familia quebrantaría 50.000 órdenes de alejamiento', dijo hoy en la vista, al tiempo que también admitió que llevó consigo una garrafa con gasolina que, según explicó, era para el coche porque necesitaba utilizarlo y se había quedado sin carburante. El acusado añadió que 'accidentalmente la garrafa se cayó al suelo vertiéndose su contenido', y que el fuego se originó al 'intentar apagar el pitillo que estaba fumando'.

Por contra la mujer, que mantuvo todos los términos de la denuncia, explicó que su ahora ex marido le dijo que 'iba a acabar con todo, que después de pensar en ahogarla o atropellarla había decidido que lo mejor era quedar como amigos y acabar con todo'. A continuación el hombre descorchó una botella de champán para brindar por su amistad y diciéndole que era un regalo para ella le mostró una caja, de la que sacó la garrafa de gasolina con la que roció a la mujer y le prendió fuego con un mechero.

La mujer envuelta en llamas se tiró por la ventana de la vivienda ubicada en un primer piso, y pudo salvar su vida, aunque aún está pendiente de injertos de piel para reparar el daño ocasionado por las quemaduras que sufrió, y a tratamiento psiquiátrico. También se salvó una hija del matrimonio, menor de edad, que pudo huir de la casa cuando finalmente su padre accedió a abrirle la puerta que había cerrado con llave.

Sin embargo murió la suegra del acusado, una anciana de 88 años que se encontraba en la vivienda imposibilitada para moverse. Esta mujer falleció por asfixia y su cuerpo sufrió graves quemaduras.

1 Comment:

Anónimo said...

Es una caliente relación me cae..!