Se cumplieron los cuatro partidos de plazo que se impuso Ramón Díaz para demostrar que el América podía caminar bajo su mando, y aunque tiene como atenuante el hecho de que en dos jornadas no pudo trabajar con equipo completo por ausencias de seleccionados, las cuentas que entregó son paupérrimas: apenas logró cuatro de 12 puntos posibles.
Por si fuera poco, el deseo de la directiva para que las águilas mantuvieran el invicto en casa, se fue a la borda con la derrota de ayer, 3-1 ante Pachuca.
La dirigencia azulcrema aseguró que Díaz está firme en el puesto, pero hace unas semanas el propio “Pelado” afirmó que si el equipo no caminaba, daría un paso de costado.
Ayer, en las gradas del Azteca surgió el grito de “fuera, ‘Pelado’”, el cual se silenció después del gol de Salvador Cabañas que significó el 2-1 momentáneo, pero regresó con más vigor al final del cotejo.
Si bien Cabañas y Robert de Pinho no anduvieron finos, la responsabilidad de la derrota debe recaer en buen porcentaje sobre el técnico de las águilas, quien se equivocó en su planteamiento inicial y, para corregirlo, hizo ingresar al 33’ a Andrés Chitiva por Armando Sánchez.
Pachuca, en cambio, jugó sin complicaciones; mantuvo la base de su equipo, con jóvenes como Ulises Mendívil, quien marcó el 1-0 al 4’.
Díaz enredó al equipo con los ajustes tácticos que realizó, pues entró óscar Rojas por Enrique Vera, que ya estaba muy caliente en el encuentro y que sumó su tercera amarilla, para adelantar a Joaquín Martínez a quien utilizó como volante, lateral y luego lo retornó como hombre de ofensiva.
No fue gratuito que Blas Pérez sentenciara el encuentro al 87’, pues aprovechó que los de casa se volcaron al frente y dejaron huecos sin marcar.
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