Igual que en tantos otros asuntos, tus hijos -por jóvenes que sean- probablemente sospechan más de lo que imaginas acerca de la actual situación económica
Los niños saben más de lo que creemosSon intuitivos y tienen unas antenas invisibles que son radares impresionantes.
Sin embargo, también tienen una fértil imaginación que puede ser peligrosa y a los padres les toca hablarles de la manera más sencilla posible, y evitar que al oír sobre la crisis financiera se preocupen demasiado, imaginando situaciones exageradas.
¡Éste es el momento de máxima comunicación familiar!
Estos diez consejos de psicólogos te pueden ayudar muchísimo :
1. Comienza reafirmándoles que ustedes, sus padres, los van a proteger y cuidar, y que como parte de una gran familia todos compartirán con optimismo lo que está sucediendo y podrán ayudar.
Los padres deben hacerles saber que "todo está bajo control" en la familia, que ellos son el timón… y los niños sus pequeños ayudantes.
2. Evita discusiones sobre finanzas con tu pareja delante de los niños, pues es muy importante mostrar la unión familiar. Habla con ellos en un tono sereno, pero sincero y realista.
Hazlos partícipes de lo que está sucediendo en el mundo y así los harás sentir menos preocupados.
3. Si tienen una edad que pueden comprender un poco la economía, háblales de ello, para que estén informados correctamente y no se dejen llevar por comentarios equivocados de sus amiguitos, o cosas que oyen en la prensa o la TV.
Explicarles que las economías son cíclicas -y que a veces las cosas están mejor y otras peor, pero que todo se recupera- es un concepto que pueden entender.
4. Pídeles que te cuenten qué los preocupa.
Esta conversación debe ser un diálogo, nunca un monólogo. Y de ahí nacerá una mayor unión familiar.
5. Si hay que hacer un nuevo presupuesto familiar, los niños mayores pueden sentarse a la mesa y dar ideas. ¡Cómo cortar gastos puede convertirse en un reto que les interese y los haga sentir más optimistas, seguros y útiles! Te asombrará todo lo que pueden contribuir.
6. Si son más pequeños y tienes que cortarles las clases de ballet o de karate, trata de buscar actividades que puedan sustituirlas. Y explícaselo, pero haciéndoles sentir que hay cosas nuevas y divertidas esperando por ellos.
Los centros comunitarios, tanto de la ciudad, el estado, como de asociaciones cívicas, iglesias y escuelas públicos, ofrecen excelentes programas que pueden ayudar a tu familia.
7. Si tu hogar está en peligro de embargo -y los niños ya han visto que a algunos de sus amiguitos les ha sucedido-, es vital que los padres tengan planes sobre su próxima vivienda y que lo expliquen si la situación es una realidad.
Deben saber que no terminarán viviendo en la calle, que esta situación será una alternativa temporal y que estarán juntos en familia, ayudándose mutuamente.
Es muy importante que los niños sufran lo menos posible y que su imaginación no los atemorice aún más.
8. Establece un plan financiero con tu banco, tu compañía de hipotecas, tu trabajo y con la ayuda de expertos que dan consejos gratis en diferentes centros comunitarios.
9. Y después explica a tus hijos que sus padres están enfrentando la crisis de frente, sin miedo -y con toda la ayuda posible.
10. Recortar gastos no significa cortar la alegría familiar. Establece entretenimientos familiares alternativos ¡completamente gratis!
Tu ciudad ofrece infinidad de ellos y probablemente no los conoces: museos con entradas gratis (incluyendo museos para niños), preciosos parques, excursiones a ríos, montañas o monumentos, funciones de cine al dos por uno, clases gratis, etc.
¡Planea bien, infórmate y cuando hables con tus hijos ellos verán que sus padres han pensado en ellos y van a seguir cuidándolos!
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