El Palacio Real inglés se vió envuelto en una polémica de tenores racistas por unas simples muñecas de trapo
Una tienda de souvenirs de la Reina Isabel quitó de sus estanterías juguetes de tela que representan a personas negras, por las sucesivas quejas de los visitantes, que acusaban al comercio de xenófobo
El negocio centro de esta polémica se ubica en la residencia real de Sandringham, en el este de Inglaterra.
Las muñecas de tela en cuestión se llaman Golliwod (”muñeco negrito”), un término considerado para muchos como racista.
Se trata de la copia de un dibujo que protagonizaba un libro infantil de finales del siglo XIX, que hacia 1960 se convirtió en un juguete muy popular entre los más pequeños.
Sin embargo, con el crecimiento de la conciencia sobre las concepciones racistas, estas muñecas se convirtieron en “políticamente incorrectas”.
La administración del comercio decidió sacarlas de sus estanterías ante las reiteradas críticas de los visitantes, y se disculpó públicamente.
En tanto, voceros del Palacio de Buckingham informaron que se analizará “de inmediato” la política de ventas de las tiendas, al tiempo que explicaron que la reina no supervisa personalmente los artículos que allí se comercializan.
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