LIBRE EXPRESION

Con tanto tiempo libre, el jugador de fútbol ha adaptado una curiosa distracción para sus “apretadas” agendas: tatuarse. Será difícil encontrar quién fue el primer futbolista de élite en hacerse un tatuaje, pero es fácil saber quién es el más famoso futbolista tatuado: David Beckham.

El jugador del L.A. Galaxy tiene en su espalda baja el nombre de su hijo mayor, Brooklyn, en letras góticas. También en la espalda, un ángel cuyas alas se extienden de hombro a hombro. Arriba del ángel, Romeo, el nombre de su segundo hijo y arriba de este, la cruz templaria, un símbolo de la orden de Los Templarios, además de ser Cruz el nombre de su hijo menor. En el antebrazo derecho, el número siete en números romanos (VII) y la frase “Perfectio in spirito”, todos encubiertos por una de sus últimas obras, una escena caótica y turbulenta que aparenta reflejar su vida. En su hombro derecho un ángel, tres querubines en representación de sus hijos y una frase inspirada en el emperador romano Tiberio, “Dejad que me odien, siempre y cuando me teman”.

En el otro antebrazo, el nombre de su esposa Victoria, una imagen de su esposa en ropa interior con una estrella de cinco puntas acompañándola, además de las frases “lo que amamos y cuidamos” y “desde el comienzo”, ambas en latín. Un proverbio chino, en la zona intercostal izquierda, es la última adquisición.

Para Beckham, los tatuajes son una manera de expresar sus sentimientos. Tiene 15 tatuajes en total. ¿Qué acaso con Victoria no se hablan?