MÉXICO (Notimex y DPA).— “Tenemos un presidente con mucho valor y al igual (estoy) yo, yo tengo el mismo sentimiento, vine con él y también está mi renuncia a partir de junio. Mi decisión es estar dentro de esta reestructuración que se piensa hacer, armar un equipo que uno pretende y poder demostrar porque estoy acá”, expresó ayer el técnico renunciante del América, el argentino Rubén Omar Romano.
En rueda de prensa Romano, que acumula 18 partidos sin ganar en torneos de liga, seis con las Águilas, se refirió a su decisión de presentar su renuncia un día después de que lo hizo el presidente del consejo directivo del club, Guillermo Cañedo White.
Ante la crisis que atraviesan las Águilas en el Torneo Clausura 2008, Cañedo presentó anteayer su renuncia como presidente del América, y ayer lunes lo secundó Romano, quien a pesar de su decisión desea colaborar con la reestructuración.
En realidad el América está ante una renuncia masiva, pues la decisión de Cañedo White incluye a toda la directiva azulcrema.
La gota que derramó el vaso al parecer fue la goliza de 4-0 que las Águilas recibieron de los Tiburones Rojos el sábado pasado en Veracruz, en partido de la fecha 12 del Torneo Clausura 2008.
Romano explicó ayer que su adiós del equipo lleva el mensaje de “no nos vamos a bajar del barco, eso es muy fácil, correr ahora. No tengo ningún temor, ningún apremio de irme de acá, vine con una ilusión y lamentablemente las cosas se complicaron más”.
A la guerra sin balas
El estratega agregó que “tenía pensado que las cosas estaban graves, pero se fueron complicando con lesiones, suspensiones, plantel corto y (ahora) estamos yendo a la guerra con muy pocas balas, que hay que administrar”.
Enfatizó que pese a esos factores y la crisis en que se encuentra hundido el equipo “no pierdo la ilusión, ni las fuerzas, ni estoy 'bajoneado' (desanimado); al contrario, tengo mucha más fuerza, ante la adversidad me crezco”.
A pesar de que algunos jugadores no han dado el 100% en la cancha, como es el caso del uruguayo Richard Núñez, entre otros, el técnico se abstuvo de hacer señalamientos personales.
“De mis jugadores no voy a hablar, para eso está el final del campeonato, cuando se hace el análisis. Hoy por hoy los necesito a todos”, apuntó.
Romano aseguró que por el futbolista siempre aboga y más cuando se lo merece, por lo que “meto la manos al fuego por mis jugadores y hoy por todos”.
Su lucha, además de hacer que el conjunto funcione, es que sus jugadores puedan desempeñarse sin presión ni miedo, porque “esto es fútbol, no una guerra, y el fútbol se juega sin esos factores”.
Pero los problemas en el club americanista no cesan. Romano recibió un duro golpe al saber que por una lesión el defensa central argentino Sebastián Domínguez está descartado para lo que queda del Torneo Clausura 2008.
Pero, por otra parte, se reanimó porque su goleador paraguayo, Salvador Cabañas, no salió tan lesionado del encuentro ante los Tiburones Rojos y sí podrá contar con sus servicios, aunque no sea de titular para el encuentro de mañana contra el River Plate, en la Copa Libertadores.
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