El bebé Deyner comenzó a crecer de manera desproporcionada a los dos meses de edad, y ahora pesa 28 kilogramos a los 11 meses de edad. Su consistencia ósea es propia de un niño de ocho años. La obesidad le obliga a usar pañales y otros objetos mucho más grandes y le impide a aprender a caminar ni desplazarse. Lo preocupante consiste en que el peso corporal del niño “superobeso” continúa creciendo incesantemente y los doctores no han descubierto la causa de su obesidad.
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