A todo volumen, “trocas” difunden “narcoleyendas”

La música norteña que reseña vida y muerte de personajes ligados al narcotráfico, se mantiene presente, sobre todo, entre jóvenes de Sinaloa y Durango, que la escuchan a todo volumen mientras conducen lujosas camionetas o trocas.

Los investigadores ubican a los Tigres del Norte y los Intocables del Norte, como precursores del narcocorrido, ya que desde 1971, en sus presentaciones públicas, lograron convertir en temas de moda canciones como Camelia la Texana y La Banda del Carro Rojo, en los que glorificaron a los traficantes de drogas de esa época.


A partir de entonces, la industria fonográfica se nutrió de los narcocorridos para convertirse en un próspero sector con alcances más allá de las fronteras de México, hasta Estados Unidos y Centroamérica, con los jóvenes como sus principales clientes.

“Escucharlos da supremacía y poder, porque hablan de tener trocas perronas y viejas de a montón. Eso, a cualquier hombre le sube el ego”, dice Ismael Blanco, un joven estudiante universitario duranguense.

“Además, es signo de estatus, porque las rolas versan sobre hombres que tienen cualidades que ante otros podrían ser buenas”, agrega otro joven de 21 años que conduce una camioneta de modelo reciente por las calles de la ciudad de Durango.

“Te dan supremacía y te permiten sentirte con poder relativo”, añade.

Para ellos, las propuestas para prohibir esa música son “ridículas”, además de que “hay temas más importantes que tratar”, y que “cada quien tiene la decisión de determinar qué tipo de música consume”.

Los jóvenes admiten que ese tipo de música no se escucha en las estaciones de radio comerciales, sino en la calle y “cuando ves que en más de una camioneta la traen, llegas a tu casa y la bajas en la computadora, porque sabes que es la que está en auge”.

“La forma de divertirse de los jóvenes ha cambiado y ahora, lo mejor es andarte paseando por la avenida 20 de Noviembre, traer la música, y tomar buchanan’s (whisky)”, aseguró un joven al referirse a una de las principales avenidas de la capital de Durango.

También asegura que los corridos más escuchados de este género llegan a Durango por la influencia de la narcocultura desde Sinaloa. “Vas a Mazatlán y te dicen que esa canción que la cargan en todas las pulmonías (transporte turístico) las escuchas en el Hotel del Cid, y tú, acá, empiezas a ponerla”.

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