Estuvieron ausentes los 18 gobernadores priístas en la ceremonia luctuosa .
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) revivió el ideario del político sonorense Luis Donaldo Colosio Murrieta a 15 años de su asesinato, en una ceremonia deslucida y sin la presencia de sus principales líderes nacionales.
Con la ausencia de sus 18 gobernadores y de su coordinador en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, y sin el discurso de la presidenta, Beatriz Paredes Rangel, los priistas sólo recordaron a través de un video a quien fuera su ex candidato presidencial.
En la ceremonia que se llevó a cabo en el auditorio Plutarco Elías Calles, reabierto tras permanecer cerrado casi tres años por las explosiones de 2006, el único orador fue Heriberto Galindo Quiñones, cercano a la familia Colosio.
En su discurso, calificado de fuerte y agresivo por los asistentes, Galindo Quiñones aseguró que el partido tricolor si sabe gobernar sin miedo.
Posteriormente, los priistas se trasladaron a la explanada principal de su sede nacional para develar un busto de bronce de Colosio Murrieta, ante el cual montaron guardia de honor y soltaron palomas en señal de paz.
Paredes Rangel, el secretario general Jesús Murillo Karam y el jefe de la bancada priista en la Cámara baja, Emilio Gamboa, fueron los primeros en hacer la guardia de honor ante el nuevo busto de Colosio.
A unos cuantos metros, priistas del Distrito Federal realizaron una pequeña manifestación contra la imposición de candidaturas y mostraron pancartas con las leyendas: "Beatriz y María de los Angeles ¿cuánto les paga Ebrard por dejarle el PRIDF?" y "Beatriz, basta de imposiciones de candidaturas en el DF".
Entre los inconformes estaba Ricardo Orozco, quien exigió que se respete a las bases en la toma de decisiones para elegir a candidatos porque no aceptarán más imposiciones.
La manifestación fue rápidamente disuelta, luego de que se les ofreció a los inconformes ser recibidos por un funcionario del Comité Ejecutivo Nacional.
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