Según un estudio de la Universidad de California, los hombres mantenemos más activo el hemisferio derecho del cerebro, mientras que las mujeres activan ambos hemisferios
El lado izquierdo del cerebro se ocupa de la observación detallada, de corto alcance, mientras que la región derecha es la que mejor coordina.
Esto sostiene la idea que los hombres son mejores en la orientación, mientras que las mujeres son más conscientes de los objetos alrededor de ellas.
Aquellos cavernícolas eran capaces de seguir por kilómetros a sus presas más allá de su territorio, por lo que tenían que desarrollar un sentido de ubicación a campo abierto.
Las primeras mujeres se quedaban organizando los frutos, elaborando las pieles para vestirse, cocinando las presas y cuidando a los hijos.
Rara vez se aventuraban más allá de las cavernas y cuando así lo hacían en ocasiones se extraviaban.
Esto no ha cambiado, hasta nuestros días vemos cómo las mujeres batallan para interpretar un mapa, les cuesta llegar a su destino.
Ellas se ubican mediante detalles.
La tienda de la esquina, la puerta roja, el salón de belleza o la escuela les sirven como referentes.
Cuidado si les pintan de verde la casa o el salón de belleza lo vuelven restaurante, ahí están perdidas.
En cambio los hombres nos aprendemos los nombres de las calles y sabemos cuántas cuadras o avenidas hay que cruzar para llegar a un lugar determinado.
Otra diferencia marcada la vemos al momento de tomar el volante del auto.
Así como nosotros no tenemos la culpa por no saber dónde dejamos las llaves, ellas también son víctimas de sus antepasados.
El estar por más tiempo en lugares cerrados les ha afectado al momento de medir los espacios, calcular velocidades y distancias, por eso sus autos están más chocados, a veces sin darse cuenta.
Lo que sí son capaces de hacer es conducir, pintarse los ojos, gritarle a los niños e insultar al auto que va adelante, ¡todo al mismo tiempo!
Nosotros hacemos una cosa bien, pero una a la vez.
Por ejemplo, si vemos la TV no le hacemos caso a nada más, simplemente estamos concentrados en lo que vemos.
Así que no se enojen chicas.
Aclarado este punto me tengo que ir para buscar las llaves, no recuerdo dónde las dejé.
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