El tipo más sucio del deporte mundial



Con 21 años ha agredido a compañeros, rivales y, ahora, a un árbitro · Su padre falleció en un accidente de coche en el que también viajaba el jugador · Se enfrenta a su segunda sanción de 20 partidos, la quinta más larga de la historia del hockey norteamericano








Unos meses después de ser elegido en el número 29 del Draft de la NHL, el canadiense Steve Downie, todavía jugando en la Ontario Hockey League (una liga menor canadiense), le rompió tres dientes a un compañero en una pelea en un entrenamiento. Tenía 18 años, y quienes lo rodeaban empezaron a ver que algo fallaba con él. Sus reacciones eran demasiado violentas, extrañas incluso en un mundo lleno de tíos duros como el del hockey hielo. Downie empezaba a comportarse como un chico sin capacidad para controlar sus impulsos violentos.

En otro partido de la OHL, jugando con los Kitchener Rangers, su cuarto equipo en cinco temporadas, fue, sin ton ni son, a por el jugador que acababa de meterle el 4-0 a su equipo. Expulsado, abandonó el partido golpeando todo lo que se le ponía por delante.

Aun así, los Philadelphia Flyers de la NHL le firmaron tres años de contrato. En la pretemporada de su año de novato (2007), volvió a estallar: le reventó la cabeza a Dean McAmmond, de los Ottawa Senators. "Downie ha cruzado la línea", dijo el vicepresidente de la NHL. Fue sancionado con 20 partidos, la quinta suspensión más larga de la historia de la Liga. Así fue el golpe


Tras casi un año de 'relativa tranquilidad', en enero de 2008 el joven Downie tuvo otro delirio violento. En un partido con los Philadelphia Flyers de la NHL, se peleó con Jason Blake, de los Toronto Mapple Leafs, y, mientras los árbitros les separaban, le lanzó un puñetazo que el destrozó el ojo izquierdo a su rival. La imagen es espeluznante.

Los Flyers, hartos de él, lo traspasaron finalmente a comienzos de la presente temporada a los Tampa Bay Lightning. Éstos lo mandaron a la Liga de desarrollo de la NHL, y la volvió a liar: se enfrenta a otros 20 partidos de sanción por golpear a un árbitro.

En su breve carrera en el hockey profesional, Steve Downie, que cumplirá 22 años este verano, es casi exclusivamente conocido por su violenta personalidad. La muerte de su padre, en un accidente de coche en el que viajaba también el jugador, que salió ileso, y la enfermedad que padece, la otosclerosis, por la que no oye por un oído, hacen más complicada su personalidad. Ha pegado a compañeros, rivales y árbitros. Y no es seguro que su carrera resurja una vez más cuando salga de esta nueva suspensión.

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