Paco Ramírez puede renovar por un año y tiene en mente traer a Bautista, Paul Aguilar y Luis Noriega
Pitó Archundia en el Olímpico Benito Juárez y el fracaso estaba consumado.
Chivas se quedó sin Liga y sin Libertadores; el equipo regresó al vestidor y quedó paralizado en medio de un silencio ensordecedor.
Paco Ramírez, impávido, se mantuvo sumido en un rincón, mientras que no hubo alguien que se atreviera a alzar la voz y alentar o recriminar siquiera.
El vuelo de regreso a la Perla tapatía ha sido el más largo en años, pese a sus constantes visitas a Sudamérica; las caras largas denotan un estado de confusión.
"Todos los que trabajamos en Chivas, estamos decepcionados de lo que pasó; fue muy lamentable lo que nos sucedió", explica un día después Pedro Sáez. "Entendemos perfectamente lo que siente la afición; sólo le pedimos que nos deje analizar y tener una evaluación seria para que no vuelva a pasar", ahondó el presidente deportivo.
Es un año sin Liguilla; son 12 meses sin logro alguno y eso tendrá consecuencias. El torneo acabó y Chivas se prepara para ser 'sacudido' por su nueva directiva.
El Consejo de Futbol reprueba totalmente la idea de que Paco Ramírez continúe, sin embargo, Vergara tiene listo el contrato por un año más, mismo que ya fue enviado al técnico para su revisión.
En caso de que todo se mantenga, Ramírez hará tres peticiones, cimentadas en el regreso más esperado de la Nación Chiva: Adolfo Bautista. Al 'Bofo', deberán agregarse Paul Aguilar de Pachuca y Luis Noriega de Puebla; ésa es la apuesta de Paco.
Es ahí donde se llevará a cabo la renovación del plantel. Gonzalo Pineda termina contrato, junto con Borgetti, quien llegó a préstamo por seis meses; además, aunque Ramón Morales tiene constante diálogo con Vergara, por momentos se ha convertido en un capitán 'incómodo' para la directiva y en la cancha ha dejado de rendir.
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