CUESTA 1 MDD ATENDER A CADA NIÑO QUEMADO

Un millón de dólares cuesta la atención de cada niño quemado en la guerdería de Sonora.

A un millón de dólares asciende el costo económico para atender a cada niño quemado hasta que deja de crecer, a los 18 o 21 años, pero el precio físico y psicológico es mayor y por el resto de su vida, reveló la Fundación Michu y Mau.
Al recordar a los 46 niños muertos y los sobrevivientes en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, la presidenta de la institución, Virgina Sendel de Lemaitre, dijo:
“El paciente quemado es el más caro que existe. No solamente es el que más sufre sino que es el más caro.
“Los hospitales de Shriners que nos ofrecen su atención gratuita en Estados Unidos tienen considerado un costo de un millón de dólares por niño”.
Ese costo es por un paciente que registra 90 por ciento o más de la superficie corporal quemada, precisó Sendel.
El millón de dólares es desde el momento que llega el niño a los hospitales del Shriners Burns Institute hasta que cumple los 18 o 21 años.
Sendel refirió lo que sufren los pequeños quemados en la guardería ABC, de los cuales 29 están hospitalizados y otros fueron dados de alta.
Si los pequeños sobreviven, deberán usar trajes de compresión durante un año o más en todas las áreas quemadas. El traje ejerce presión, pero las cicatrices no desaparecen.
“Implica para los niños una picazón tremenda, se les tienen que dar calmantes porque durante un año o más las cicatrices dan mucha comezón e irritación”, refirió.
“Las cirugías van a ser de dos o tres por año hasta que cumpla 18 años o dejen de crecer. También necesitarán en la cara cirugía correctiva”, expuso.
Asimismo los injertos no crecen de acuerdo con la piel normal, se tienen que cambiar hasta que dejan de crecer. Y “en sus oídos se les tienen que poner orejitas”.
Su desfiguración física o impedimentos físicos “lo van a marcar el resto de su existencia”, comentó.
“No tenemos esa cultura en el país, si ven a niños con máscaras creen que está disfrazado” y además está el rechazo social, para lo cual se le debe preparar.