DEL OLVIDO AL NO ME ACUERDO



Del olvido al no me acuerdo

“El olvido está lleno de memoria”. Es uno de los títulos de los libros de poemas del escritor uruguayo Mario Benedetti.

Así pasó con Oswaldo Javier Sánchez Ibarra en el estadio Jalisco. La noche del miercoles pasado, por primera vez desde su salida de Chivas a finales de diciembre de 2006, pisó la cancha en la que por siete años estuvo defendiendo la camiseta rojiblanca, para enfrentarlos.

Oswaldo, canonizado en sus tiempos de rojiblanco por tantas hazañas heroicas que rescataron al Rebaño de marcadores catastróficos, fue crucificado hasta el hartazgo por la misma afición que lo veneraba y lo tenía en un altar.

Como todos los romances que se rompen, los buenos momentos se borran, y prevalecen los malos que alimentan los rencores. La afición decidió dejar instalado en su memoria que Oswaldo Sánchez optó por ser frío y pensar en su futuro a la hora de elegir un nuevo camino rumbo a Santos de Torreón que le ofreció mejores percepciones económicas.

Los insultos y los abucheos fueron la constante cada vez que el portero tocaba el balón.

Si en el primer tiempo se escuchó un largo, estruendoso y profundo: “¡Buuuuuuuu!”, y el “¡Puuuuuto!” cada vez que realizaba un despeje de meta, en el segundo, al colocarse en la portería norte, delante de las barras Irreverente y Legión 1908, vino el más ofensivo de los ataques al arquero: “¡Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, ese no es un portero, es una puta de cabaret!”. Y luego el remate: “Oswaldo, Oswaldo es un cagón!”.

Aparte de los ataques verbales, Sánchez debió resistir tres goles en su contra.

Durante el partido, el guardameta repitió sus vuelos que tantas veces realizó con Chivas, y que motivó el apodo de San Oswaldo. Pero en esta ocasión esas atajadas impredecibles siempre cantadas como gol antes de tiempo, no fueron acompañados por la ovación, el aplauso y el reconocimiento de “¡Portero! ¡Portero!”. Ese reconocimiento fue ahora para su sucesor en Chivas: Luis Michel.

Porque esa noche, el que una vez fue santo, fue descendido al suelo de los demonios para quemarlo en el purgatorio de la amnesia.

1 Comment:

Anónimo said...

ja ja ja ja, hasta oración le tienen a Oswaldo, Xd.