Decenas de miles de personas celebraron en la céntrica Plaza de la Cibeles de la capital española, hasta altas horas de la madrugada y sin incidentes reseñables, el trigésimo primer título de Liga de fútbol conseguido por el Real Madrid este domingo.
Minutos antes del pitido final del encuentro de la trigésima quinta jornada que el Real Madrid ganó ante el Osasuna (1-2), los seguidores madridistas fueron acercándose a las inmediaciones de la diosa de piedra, lugar habitual de los festejos blancos, para celebrar la reválida del título liguero.
La estatua de Cibeles, protagonista hace apenas dos días de los multitudinarios festejos por el bicentenario del comienzo de la Guerra de la Independencia de 1808, se reencontró esta noche con el capitán del Real Madrid, Raúl González, quien, por segundo año consecutivo, escaló hasta la cabeza de la diosa para adornarla con los atributos del club campeón de la Liga 2007-2008.
El delantero madridista, único representante de la plantilla autorizado a acercarse a la testa de la estatua (para resguardar la conservación del monumento del siglo XVIII), besó su frente antes de anudarle al cuello una bufanda del Real Madrid y una bandera de España con el escudo del club blanco, y de colocarle en la mano izquierda otra enseña madridista.
Ante el grito unánime de "Raúl, selección" de la afición allí congregada, el capitán madridista siguió la celebración junto al resto de sus compañeros, entre quienes destacaban los argentinos Gonzalo Higuaín y Fernando Gago, con su bandera argentina al cuello y una cámara de vídeo para inmortalizar cada escena, y los brasileños Pepe, Robinho y Marcelo, que envueltos en la enseña de su país ejercieron de improvisados cantantes.
La fiesta blanca comenzó en el estadio Reyno de Navarra, de Pamplona, donde el Real Madrid ganó al Osasuna (1-2) y alcanzó una ventaja de 10 puntos, suficiente para proclamarse campeón de la Liga española a falta de tres jornadas para la conclusión del torneo.
La expedición blanca voló de inmediato a Madrid para celebrar el título con su afición.
Tras ser recibidos en el Aeropuerto de Barajas por cientos de seguidores, jugadores, cuerpo técnico y directivos se trasladaron en el autobús oficial del club al Estadio Santiago Bernabéu, donde cambiaron ese vehículo por uno descubierto, adornado en su parte posterior con un número 31 -como recordatorio del trigésimo primer título liguero conquistado esta noche-.
Minutos antes de las tres de la madrugada (01.00 gmt), la expedición blanca llegó a la céntrica Plaza de Cibeles para encontrarse con la afición que la recibió al grito de "campeones, campeones", con cánticos, bailes y con ausencia de incidentes destacables.
Sólo las asistencias médicas informaron de que atendieron durante las celebraciones a 26 personas, todas de carácter leve.
Madrid demostró esta noche la incorporación de su población inmigrante a la vida española y así, numerosos aficionados con banderas de Colombia, Ecuador, Uruguay y Argentina vivieron la fiesta, a la que también acudieron hinchas rusos e israelíes, que habían presenciado la Final entre Cuatro del baloncesto europeo entre el CSKA y el Maccabi Tel Aviv.
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