Llega a EE.UU. para ser juzgado el primer prisionero de Guantánamo


El recluso es el tanzano Ghailani, guardaespaldas de Bin Laden, a quien se acusa de actos terroristas en África.


Se llama Ahmed Khalfan Ghailani, es tanzano, fue guardaespaldas de Bin Laden, está acusado de terrorismo y ayer fue trasladado desde la prisión de Guantánamo hasta Nueva York. Va a ser juzgado en un tribunal de Manhattan por los ataques contra las embajadas estadounidenses de Tanzania y Kenia en agosto de 1998, que provocaron 224 muertos.

Se trata del primer prisionero de Guantánamo que entra en territorio de EE.?UU. Los republicanos y algunos demócratas se han opuesto a esta eventualidad alegando que la presencia de terroristas en suelo norteamericano puede poner en peligro vidas. Sin embargo, Barack Obama se ha mantenido firme en su decisión de cerrar el penal en el 2010. Y para cumplir esa orden, los prisioneros deben ser trasladados. Obama ya anunció el mes pasado, citando el caso de Ghaitani, que algunos serían juzgados por tribunales ordinarios. Recordó que otros terroristas cumplen condenas de cadena perpetua en prisiones de máxima seguridad en EE.?UU.

Ghaitani fue detenido en el 2004 en Pakistán y trasladado en el 2006 a Guantánamo. Los fiscales acusan al tanzano, de 31 años, de comenzar su actividad delictiva transportando en bicicleta componentes de explosivos. Después habría ayudado a fabricar las bombas que fueron lanzadas contra las embajadas de Tanzania y Kenia, aunque salió de África antes de la fecha de los atentados. Según la acusación, Ghaitani se trasladó entonces a Oriente Medio, donde fue ascendiendo dentro de Al Qaida. Primero, trabajó como falsificador de documentos. Más tarde fue entrenador en un campo para terroristas y, por último, se convirtió en guardaespaldas de Bin Laden.

Según el Departamento de Justicia, Ghaitani está acusado de 286 cargos, entre ellos el asesinato de las 224 víctimas de los atentados de 1998 en África y de conspirar con Bin Laden y otros miembros de Al Qaida para matar a estadounidenses en todo el mundo. Varios de esos cargos se castigan con la pena de muerte o la cadena perpetua.

En el comunicado, el fiscal general, Eric Holder, dice también que «el Departamento de Justicia tiene una larga historia de detener y procesar con éxito a supuestos terroristas con nuestro sistema judicial penal y pondremos esa experiencia en práctica para buscar justicia en este caso».

Ghailani, cuya presencia en una corte federal neoyorquina estaba prevista para ayer mismo, se declaró inocente de los cargos en una vista que tuvo lugar en el 2007. Entonces, el presunto terrorista declaró que sí había entregado el material del que lo acusan los fiscales, pero que no sabía para qué iba a ser usado. Los familiares de las víctimas de los atentados de Kenia y Tanzania han apoyado la decisión de juzgar a Ghailani en territorio estadounidense porque creen que, tras los atentados del 11 de septiembre, su país había olvidado a los muertos de ataques anteriores.

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