¿Eres mitómano?



“Tendencia patológica a mentir o a relatar cosas fabulosas”

Las mentiras piadosas, aunque mucha gente les llama mentiras buenas, siguen siendo eso mentiras.
La mentira es y ha sido un comportamiento social frecuente, difícilmente se nos pasa un día sin decir una mentira, algunas veces para justificar una llegada tarde, o nos inventamos algún compromiso contraído con anterioridad para no asistir a algún lugar o reunión que no es de nuestro agrado, o simplemente para evitar hablar con determinada persona…
Muchas veces justificamos nuestras mentiras y hasta las clasificamos como mentiras blancas e inocentes, “mentiras piadosas” pero al final terminan siendo mentiras, sin embargo nos guste o no, son mentiras que al final nos pueden dañar, porque debemos recordar que “la mentira luce, mientras la verdad no llega”, y quien miente se aleja de Dios, porque DIOS ES LA VERDAD, ES CAMINO Y ES VIDA.
Hablemos ahora de la mentira más compleja de las personas que la padecen como una enfermedad, de las personas que mienten sin medir las consecuencias de lo que dicen o inventan de una manera tan convincente, que hasta ellos mismos se pueden llegar a creer lo que dicen, de esas personas que están clasificadas como MITÓMANOS, esas personas que ven 10 e inmediatamente dicen que son 20, cambiando la realidad por algo mucho mas grande.
Lamentablemente este fenómeno en el mitómano no se da solo con cosas u objetos, más frecuente de lo que imaginamos estas personas cambian mentirosamente su propia personalidad y aunque tienen la idea de si mismos, se engrandecen, muchas veces disfrazando su humildad y pobreza con mentiras de cualquier tipo.
Ah… ¡Pero no te atrevas a contradecirla! porque esas personas realmente se llegan a creer sus propias historias y el estilo de vida imaginario que algunas veces han adoptado de otras personas a las que admiran o simplemente envidian o le tienen celos.
Mienten tanto y hablan tanto de la imagen que tienen de sí mismos, que se olvidan totalmente de su esencia real, pueden empezar con invenciones tan pequeñas, como podría ser el precio de una prenda de vestir, o el precio de un regalo recibido de un familiar o amigo/a e incluso títulos y conocimientos que están muy lejos de poseer.
Muchas personas se contradicen a si mismas, cuenta la misma historia de lo que es o lo que tiene, dos y más veces a la misma persona, pero con diferente versión, y esos son signos que caracterizan a un mitómano.
Algunos estudios han sido realizados por psicólogos, psiquiatras y profesionales competentes, acerca de este fenómeno, han determinado posibles causas de la mitomanía como una enfermedad mental que se presenta en personas con una autoestima muy baja, u orfandad afectiva y se puede dar también en familias que aparentan una posición social que no tienen, o por personas muy pretenciosas, que necesitan desfigurar la realidad de sí mismas, para aparecer más atractivas o mejores ante los demás, engrandeciéndose o añadiendo cosas inexistentes e inventan grandezas de sí mismas que podrían parecer delirantes.
Cuidemos nuestra autoestima, una autoestima muy baja podría hacernos propensas a la mitomanía. Aceptémonos tal como somos, sintiéndonos satisfechas de lo que tenemos y sabemos, luchando con fe y honestidad para ser mejores personas cada día, no nos mintamos a nosotras mismas, pensemos que en “boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”.

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