Pelean por niña de 'Slumdog Millionaire'

Después de que el padre de Rubiana Ali, la niña protagonista de “Slumdog Millionaire”, intentó venderla por $290,000, la madre biológica y la madrastra de la pequeña se enfrentaron a golpes ante las cámaras

Las dos mujeres se pelearon en el poblado de Bombay en el que residen y del que los numerosos Oscar que recibió la película no ha conseguido sacarlas.

La Policía trasladó a Rubina y su padre, Rafiq Qureshi, de su casa en una barriada de Bombay a una estación de policía, donde lo interrogaron brevemente.

Fuera de la estación policial, Qureshi negó la acusación ante reporteros el domingo y señaló que unas personas que se dijeron conmovidas por la historia de Rubina y que aseguraron querían ayudar a la niña lo habían atraído a un lujoso hotel de Bombay.

“Fuimos allí a reunirnos con ellos con buena voluntad –afirmó–. Pero ellos han hecho acusaciones falsas sobre mí y tratan de tenderme una trampa.”

Manifestó que le prometieron efectivo y hablaron de darme más si cedía a mi hija, “pero yo me negué”, aseguró.

Qureshi señaló que le dijo a la Policía que quizás su ex esposa intentaba involucrarlo para recuperar la custodia de su hija. La mujer lo abandonó hace varios años y solo intentó reaparecer en la vida de Rubina tras el éxito de la película.


Pelea mamá y madrastra por niña de 'Slumdog Millionaire' La pelea fue por los fuertes rumores de que el padre queria vender a la niña protagonista de “Slumdog Millionaire”,

“Mis hijos están conmigo, y puedo dar la vida por ellos –expresó Qureshi–. Nunca se los vendería a nadie, no importa cuánto dinero me ofrezcan.”

“Tenemos reclamos de las madres y del padre”, dijo el agente Nishar Tamboli a periodistas, “estamos investigando el asunto”.

El diario citó a Qureshi decir que Hollywood era culpable de obligarlo a considerar la adopción.

“No sacamos nada de este filme”, habría dicho Rafiq Qureshi, según el tabloide, “debo considerar lo que es mejor para mí, para mi familia y para el futuro de Rubina”.



Tras el éxito de la película, algunos criticaron a los realizadores por no compartir las ganancias con los millones de pobres de Bombay. Otros los acusaron de explotar a dos niños, Rubina y Azharuddin Mohammed Ismail, de 10 años, quien creció en un horrible barrio de la ciudad.

Esfuerzos iniciales de los cineastas por ayudar a las familias de los niños se vieron frustrados por la atención de los medios, las cambiantes exigencias de los parientes y el éxito del filme.

Los cineastas temían que si le daban a las familias grandes sumas de dinero podrían despilfarrarlo o ser extorsionados.

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