En una semana Susan Boyle pasó de cantar en un karaoke y en su iglesia local a disfrutar de fama mundial y recibir una invitación al programa de Oprah Winfrey.
La desaliñada escocesa de 47 años, que conmovió a los espectadores cuando confesó que nunca la habían besado, ha conquistado celebridades y millones de admiradores (incluido un buen número de varones) desde que impresionó a los jueces del concurso televisivo "Britain's Got Talent".
Y las nuevas tecnologías han alimentado su fama: un clip de su actuación ha sido visto más de 12 millones de veces en YouTube. "Susan no puede contenerse, simplemente canta cada vez que puede", dijo Jackie Russell, gerente del Hotel Happy Valley en Blackburn, Escocia, donde Boyle ocasionalmente canta karaoke.
"No nos sorprendió su talento, pero sí la reacción alrededor del mundo". Hasta no hace mucho eran pocos los que habían oído hablar de Boyle fuera del poblado de Blackburn.
La mujer, quien vive en una modesta casa que compartió durante años con su madre viuda, fallecida hace dos años, se ha presentado en los últimos días en programas de televisión alrededor del mundo.
Demi Moore es una admiradora declarada. "Ha sido surrealista para mí", dijo Boyle a la AP el jueves en Blackburn, 30 kilómetros (20 millas) al oeste de Edimburgo.
"Voy a salir en 'El Show de Oprah Winfrey', en CBS y otras cadenas estadounidenses". "No pensé que esta sería la reacción, sólo me subí al escenario", dijo Boyle.
"Lo hice por mi difunta madre. Quería mostrarle que podía hacer algo con mi vida". Boyle ganó millones de seguidores y derritió el corazón del más duro juez de la televisión, Simon Cowell, con su interpretación de "I Dreamed a Dream" en un episodio de "Britain's Got Talent" que se transmitió el sábado.
El segmento hábilmente empaquetado, que ha cautivado a los cibernautas, es una miniópera sobre el triunfo de una cenicienta. El público en el estudio se deshizo en carcajadas cuando Boyle apareció en el escenario con su cabello crespo y un vestido poco elegante.
La aspirante dijo a los espectadores que "jamás me han besado, lástima, ¡pero no es un anuncio publicitario!" y arrancó miradas de escepticismo cuando dijo que quería llegar a ser una cantante profesional como la estrella de Broadway Elaine Page.
Entonces se lanzó a interpretar "I Dreamed a Dream", del musical "Les Miserables", y su potente voz dejó primero boquiabiertos y luego sonriendo de emoción a Cowell y los jueces Amanda Holden y Piers Morgan.
El público le tributó una ovación de pie. Cowell calificó su habilidad vocal de "extraordinaria". Morgan dijo que su "sensacional" actuación era "la máxima sorpresa que he recibido en los tres años de este show".
"A duras penas puedo recordar lo que pasó esa noche, pues tuve los ojos cerrados la mayor parte del tiempo", dijo Boyle. "Realmente no caí en cuenta de lo que sucedía".
El programa hermano de "America's Got Talent" hizo una estrella de su primer ganador, un sencillo vendedor de teléfonos celulares llamado Paul Potts que impresionó al público con su interpretación del aria "Nessun Dorma" en el 2007 y se convirtió en un artista internacional desde que ganó el concurso.
Hasta firmó para el sello disquero de Cowell
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