El Canibal Tabasqueño

Gumaro de Dios, “El Caníbal”, destazó a su compañero de parranda y se alimentó de su cuerpo.
En medio de la selva fue encontrado un sujeto que enloquecido, dio muerte a un compañero de parranda, el cual se había rehusado a darle dinero para comprar solvente con el cual pretendían drogarse, para después colgarlo y despellejarlo. Su objetivo, logrado en gran parte, fue devorar su carne y órganos poco a poco.

En una escena digna de una película de asesinos seriales, fue encontrado el cuerpo de un sujeto, o al menos lo que quedaba de él, ya que hasta el momento no ha podido ser identificado. En el interior de una cabaña olvidada a la vera de la carretera federal, ahí se encontraba dormido Gumaro de Dios Arias, de 26 años, originario de la ranchería Azucena del municipio de Cárdenas Tabasco, quien fue responsabilizado de estos actos de canibalismo.
En algunas partes del cadáver, que medía aproximadamente 1.65 metros de estatura, presentaba desollamiento o falta de porciones extensas de piel, y toda la pierna izquierda había sido tasajeada con una espátula por el "mejor tablajero"; partes que posteriormente, el caníbal confesó habérselas devorado para "probar a que sabía la carne humana" y no porque en realidad tuviera hambre.

A unos pasos del cadáver, se encontraba el homicida quien dormía sobre un camastro de plástico y quien se sobresaltó al sentir la presencia de los uniformados.También se halló sobre el fogón el corazón de la víctima, pero ya carbonizado, pues al parecer el desquiciado sujeto quería preparar otro platillo, con dicho órgano.
En este lugar, también había restos de posters de mujeres desnudas, ropa en la pared y un pantalón sobre el suelo, además de heces fecales dentro del lugar.