EL CINE ESTA DE LUTO


Los amantes del cine tenemos que volver a entristecernos con la partida de una de las figuras más importantes de la era clásica. Richard Widmark dejó de existir este 24 de marzo a los 93 años de edad, en su hogar de Roxbury, Connecticut. Su muerte simboliza ese alejamiento cada vez más notorio entre lo reluciente y creativo de la historia de Hollywood y su era actual. Nunca ganó un Oscar, ni el honorífico, como sí lo hicieron tantos otros intérpretes menos talentosos.

El suyo fue un oficio y estilo forjado en plena era de la postguerra y su aumento de crudeza, etapa a la que se adecuó muy bien. Tal vez el papel por el que más se le recuerde es precisamente el que marcó su debut en el cine, con la clásica Kiss of Death, dirigida por Henry Hathaway. Widmark componía de manera electrizante a Tommy Udo, el asesino de antología, con todos los recursos propios de la próxima era de los rebeldes sin causa.

Su carrera se extendió a los westerns tanto como a los thrillers y dramas criminales. Ahí destacan papeles memorables como los de Pánico en las calles de Elia Kazan, The Cobweb de Vincente Minnelli y Warlock de Edward Dmytryk. Rotando con maestría entre los villanos, héroes o antihéroes.

Su vida privada fue tan reservada que no extraña que rápidamente, con el cambio de ritmos y eras en Hollywood, su presencia se hiciera cada vez más reducida. Su última aparición en el cine la realizó en 1991 en la comedia True Colors junto a John Cusack y James Spader. En estos últimos años prefirió mantenerse, más que nunca, al margen de la industria a pesar de los incontables homenajes que recibía. Aún así siempre estuvo dispuesto a compartir mucho de su experiencia en diversas entrevistas.

A pesar de todo, sería inadecuado decir que descanse en paz a todo ese nervio y garra personificados. Basta con ver este momento de antología de Kiss of Death:

0 Comments: