Playboy México vende 80.000 ejemplares con mujer vestida de Virgen en portada



La revista Playboy México vendió ya más de 80.000 ejemplares de
su edición de diciembre, en cuya portada aparece una modelo
vestida de Virgen María y que se puso en circulación hace apenas
unos días, informaron hoy fuentes de la publicación.

Bajo el título
"Te adoramos, María",
la modelo María Florencia
Onori aparece en una serie de ocho fotografías ataviada con
mantos y coronas parecidas a las usadas por las autoridades
eclesiásticas.

Onori, que en siete de esas instantáneas muestra sus senos o
parte de ellos, aparece incluso parada enfrente de un vitral que
recuerda el ambiente de una iglesia.
Fuentes de Playboy dijeron a Efe que la intención del fotógrafo
David Eisenberg no fue la de hacer a la modelo parecerse a la
Virgen, aunque reconocieron que "muchas personas lo han
asumido así".

Sin embargo, el artículo que acompaña a las imágenes está
titulado "Bendita seas" y en él se lee: "eres bienaventurada, María,
cuando la luz llega a tu piel, y tus ojos encuentran los ojos de
nuestros lectores".

Más adelante el texto continúa: "tuyos son la esperanza y el
candor, tuyo el desnudo a la luz de las velas, tuya la corona con
que te saluda diciembre"
Hasta el momento, la edición de diciembre de Playboy México,
que dirige desde septiembre pasado el editor Gabriel Bauducco,
ha tenido un excelente desempeño en ventas.

De hecho, las mismas fuentes explicaron que las ventas de esta
edición se asemejan a las que Playboy México obtiene cuando
pone en portada a una celebridad y no a una modelo
desconocida como Onori.

Diciembre es el mes en que millones de personas peregrinan
hasta Ciudad de México para celebrar mañana la "aparición" de la
Virgen de Guadalupe, la patrona del país.

La basílica de Guadalupe, uno de los principales centros
religiosos de América Latina y el mundo, está situada en el norte
de Ciudad de México donde, según la tradición católica, la virgen
se le apareció el 12 de diciembre de 1531 al indígena Juan
Diego, canonizado en 2002 por el papa Juan Pablo II.

En México es tradición peregrinar hasta la basílica y a diario
llegan grupos procedentes de todo el país para asistir a misa en
el templo y postrarse ante el lugar de la aparición

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