Dieta de la crisis


En estos tiempos en los que es muy importante recortar gastos para cuidar la economía, se debe considerar también la alacena, en donde no por reajustar el presupuesto significa comer mal
La difícil situación económica está forzando a muchos a cambiar sus hábitos en cuanto a su alimentación se refiere, y la mejor prueba de ello son los supermercados:

Clientes tratando de ahorrar su dinero viajando de tienda en tienda buscando las mejores ofertas.

Todos sabemos que es hora de apretar el cinturón pero la idea es recortar gastos y no nutrición.

Tú mismo puedes tomar medidas de austeridad a la hora de hacer el super aprendiendo a gastar menos el dinero que te ganas.

Si te organizas podrías economizar mucho al año y en algunos casos ahorrarás más que el aumento que tu empleador tradicionalmente te sube.

1. Busca ofertas en el mercado a través de cupones o de lo que publican los periódicos y compra al por mayor. Igualmente, podría salir más barato comprar por kilo.

Para estar seguro lleva siempre una calculadora.

2. Cambia el hábito de comer fuera. Aunque algunas comidas rápidas son económicas, carecen de buenos nutrientes y contienen mucha grasa y sodio. Una mejor opción es cocinar en casa y llevar comida a tu trabajo ya que es más sana y más económica.

3. Otra alternativa es ir al mercado con una lista de lo que vas a cocinar en la semana y comprar sólo los productos que hacen falta para preparar tus recetas.

Eso te servirá para no comprar de más.

4. Si cocinas en casa y te llevas la comida al trabajo estarás ahorrando dinero. Trata de preparar un menú para toda la semana, así podrás economizar y tener una dieta más balanceada.

5. Ve al supermercado con lista en mano para evitar que los productos te seduzcan. Con la lista comprarás sólo lo que necesitas, a menos que encuentres un sustituto a un precio menor.

Si olvidas la lista en la casa, es mejor gastar algunos minutos rehaciéndola antes que entrar al supermercado sin la idea clara de lo que quieres.
6. No es prescindible que cada vez que vayas de compras adquieras los productos de marca. En algunos casos, la marca de la tienda es exactamente el mismo producto de marca, sólo que no estás pagando por la publicidad.

7. Prefiere meriendas naturales en lugar de productos fritos, salados o procesados. Compra frutas frescas como plátano, uvas, manzana, pasitas y otros frutos secos, o palomitas de maíz.

Estos, además de ser más sanos, son menos costosos que las galletas, dulces o productos fritos.

8. A veces se nos olvida que compramos algo y se estropea en el refrigerador. Puedes evitar estas pequeñas pérdidas con un truco sencillo: Congélalos.

Con algunas excepciones, casi todos los alimentos se mantienen bastante bien congelados.

9. No vayas al supermercado hambriento, cansado, apurado o después del trabajo. Tampoco hagas compras de mal humor, porque puede ser una excusa para comprar chocolates y golosinas para levantarte el ánimo y eso iría en contra del principio básico de comer bien por menos.

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